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Tabaquismo: una crisis de dimensiones impactantes
Enrique Madrigal

La epidemia del tabaquismo constituye una crisis de dimensiones impactantes. Los hechos hablan por sí mismos. Cada año, el tabaco causa 3 millones 500 mil muertes...

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Tabaquismo: una crisis de dimensiones impactantes


En el marco del Día Mundial Sin Tabaco que se celebró ayer, 31 de mayo, bajo el lema \"Crecer sanamente: niñez y juventud sin tabaco\", se giró desde Estados Unidos el siguiente informe del Dr. Enrique Madrigal, asesor regional de Prevención y Control de la Fármacodependencia, División Promoción y Salud, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La epidemia del tabaquismo constituye una crisis de dimensiones impactantes. Los hechos hablan por sí mismos. Cada año, el tabaco causa 3 millones 500 mil muertes alrededor del mundo. En otras palabras, 10 mil muertes diarias. Basado en las tendencias actuales, las cifras aumentarán a 10 millones de personas anualmente entre el 2020 y 2030, de las cuales
7 millones tendrán lugar en países en desarrollo.

En base a los patrones actuales de consumo, se predice que más de 500 millones de personas morirán a causa del tabaco. Se proyecta que para el 2020 el tabaco será la causa de más de 12 de las muertes a escala global y cobrará más víctimas que el VIH, la tuberculosis, la mortalidad materna, los accidentes de tránsito, el suicidio y el homicidio combinados.

El tabaco afecta a los jóvenes en una extraordinaria cantidad de formas. Debido al humo ambiental del tabaco (ETS) y al tabaquismo materno, la salud infantil puede verse comprometida desde antes del nacimiento. En numerosos países, los niños crecen en medio de una cortina de humo de tabaco, causando estragos en su salud. El dinero gastado en tabaco reduce la cantidad disponible para alimentos, educación y atención médica, expresó el especialista.

Los niños también pueden pasar por el dolor emocional y la inseguridad financiera por la pérdida de un padre o apoderado que muere a destiempo debido al tabaco. Con el tabaquismo prolongado, los fumadores tienen una tasa de mortalidad aproximadamente tres veces mayor que la de los no fumadores a todas las edades a partir de la adultez temprana. En general, quienes comienzan a fumar en la adolescencia y lo siguen haciendo con regularidad tienen un 50% de riesgo de morir a causa del tabaco. Y la mitad de estos morirá a edad media, antes de los 70 años, con una pérdida de unos 22 años de esperanza de vida normal. Por tanto, una persona que ha fumado a lo largo de su vida tiene igual probabilidad de morir como resultado directo del uso del tabaco como por todas las demás causas potenciales de muerte combinadas.

El tabaco es la causa conocida o probable de alrededor de 25 enfermedades, y la escala de su impacto en la carga global de afecciones aún no se puede apreciar. Por ejemplo, el tabaquismo es la causa más importante del cáncer de pulmón, pero también interviene en: enfermedad del corazón, infarto, enfisema, tuberculosis, neumonía e influenza, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, arteriosclerosis y aneurisma aórtica, entre otras.

Un año después de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad coronaria del corazón disminuye en 50%, y dentro del espacio de 15 años, el riesgo relativo de morir por esta enfermedad para un ex-fumador se acerca al de un no fumador.

Se estima que hay 1.100 millones de fumadores en el mundo, aproximadamente un tercio de la población global de 15 años o más. De estos, 800 millones pertenecen a países en desarrollo. Los datos sugieren que a escala mundial aproximadamente el 47% de los hombres y el 12% de las mujeres fuman.

En los países en desarrollo, el 48% de los hombres y el 7% de las mujeres fuman, mientras que en los países altamente industrializados la cifra es de 42% y 24%, respectivamente.

A mediados de la década del 2020, la transferencia de la epidemia de tabaquismo, de países desarrollados a los en desarrollo, habrá avanzado de manera que solo el 15% de los fumadores en el mundo vivirán en países industrializados. Las instalaciones de salud en los países más pobres serán inadecuadas para el manejo de esta epidemia.

Los niños expuestos al humo ambiental del tabaco, durante los primeros 18 meses de vida, tienen un aumento del 60% en el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias inferiores como bronquitis y neumonía; poseen mayor riesgo de desarrollar asma. Si ya la tienen, el humo de segunda mano puede traer como consecuencia ataques asmáticos y empeorarlos; corren riesgo de daños en la función de los pulmones, y pueden tener problemas respiratorios en el futuro;
tienen una mayor frecuencia de infecciones al oído medio, lo que puede llevar a una disminución auditiva; y los bebés de mujeres que fuman en el embarazo, al igual que los infantes expuestos al humo ambiental del tabaco, corren un riesgo significativamente mayor de morir por el síndrome de muerte infantil.

La mayoría de los fumadores comienzan en la adolescencia o más temprano. Si los jóvenes no empiezan a usar el tabaco antes de los 20 años, es poco probable que inicien su uso como adultos. La tasa de tabaquismo en jóvenes para algunas ciudades de América Latina es del 50%. Cada día 3 mil niños en los Estados Unidos se convierten en fumadores regulares.

Actualmente, se estima que hay 150 mil muertes anuales en América Latina y el Caribe por causa del tabaco. Los números crecen en forma contínua y en los próximos 25 años la cantidad de muertes se triplicará. Para el año 2020, el tabaco estará ocasionando el fallecimiento de 400 mil personas cada año.

El paso de la transición epidemiológica en América Latina y el Caribe está entre las mayores en cualquier región en vías de desarrollo. Más personas mueren por enfermedades no transmisibles, muchas de las cuales son causadas por el tabaco antes que por enfermedades transmisibles, condiciones maternales y prenatales y deficiencias nutricionales.

Las tasas del tabaquismo en América Latina son muy variables. Van del rango del 15% hasta el 40% en poblaciones jóvenes de áreas urbanas fundamentalmente, lo que se condiciona con el mayor poder adquisitivo y la mayor exposición a la publicidad del tabaco. Esta situación no se presenta en tan alto nivel en las áreas rurales, en donde el tabaquismo tiene un menor grado de tasa entre la población joven, dijo el doctor Madrigal.

Un plan de Acción Interagencial ha sido desarrollado para América Latina y el Caribe, con el fin de proveer asistencia y apoyo técnico a los diferentes países involucrados en el desarrollo y/o establecimiento de grupos para el control del tabaco a nivel de cada país. Una de las metas, es facilitar el establecimiento de coaliciones o alianzas estratégicas que involucren tanto a organizaciones gubernamentales como no gubernamentales. Este plan provee un importante marco para la implementación y monitoreo de los progresos realizados en el control del tabaco en América Latina y el Caribe.

Para mayores detalles, comunicarse con Eugenio Gutiérrez, Oficina de Información Publica, e-mail: [email protected]


http://www.paho.org


La OMS publicó información adicional en Internet:

http://www.who.ch/programmes/psa/toh.htm

Asimismo, el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Atlanta, Georgia (USA), en:

http://www.cdc.gov/tobacco








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