ANTROPOSMODERNO
EFECTOS DE LA DIVULGACION EN LAS PRACTICAS DEL PSICOANALISIS
Eva Giberti

La historia del psicoanálisis en la Argentina es la historia de 1) la institucion-en-si, 2) la historia de la divulgación del psicoanálisis, 3) los contenidos ?científicos? específicos del debate acerca de 2), y 4) la historia de una demanda comunitaria

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EFECTOS DE LA DIVULGACION EN LAS PRACTICAS DEL PSICOANALISIS

Eva Giberti

?El hermetismo del discurso científico y sus sistemas de redes de producción y circulación (que descalifican las tareas de divulgación) esconden, en muchos casos,formas elitistas de intervención sobre la genealogía ciudadana, imposición de un modelo de pensamiento y la vanidad de pretendidas canongias.?

Ricardo Cicerchia.(*)


La historia del psicoanálisis en la Argentina es la historia de 1) la institucion-en-si, 2) la historia de la divulgación del psicoanálisis, 3) los contenidos ?científicos? específicos del debate acerca de 2), y 4) la historia de una demanda comunitaria solicitando la inclusión del psicoanalisis en la vida social, que no tiene equivalentes en ninguna otra región.
Si, en nuestro país, al estudiar las ideas que recorrieron las teorías psicoanalíticas se privilegia la década del 70, es imprescindible comenzar por el contexto social que precedió a su desenvolvimiento y referirse a un dato histórico ineludible: la divulgación del psicoanálisis que comenzó en 1958 y mantuvo ese estilo hasta 1972. (Giberti E. 1981). Como respuesta inmediata a los contenidos de la divulgación se generó una demanda popular que posteriormente se convirtió en soporte de aquello que habría de institucionalizarse.El público leía los artículos editados en periódicos y revistas, escuchaba las radios y miraba los programas de teve; asi contribuyó en el reconocimiento de este movimiento formado por quienes habían sido ?iniciados? mediante la divulgación.
Los avisadores ( empresas que anunciaban en los medios) pagaban una cotización más alta que las habituales para publicar sus avisos en las páginas en las cuales se editaban estos textos. Fue un soporte económico no desdeñable en la historia del psicoanálisis: mucho antes que los consultorios de los psicoanalistas comenzaran a saturar sus horarios, el éxito económico derivado de la aplicación de los temas psicoanalíticos se localizó en la cotización de los articulos encabezados como Escuela para Padres y en las conferencias y cursos acerca de la lectura que el psicoanálisis aportaba a la crianza de los hijos y a las ?relaciones de pareja?.
La relación dinero/psicoanálisis/divulgación se instituyó como circuito específico desde 1958 hasta fines de la década del 60 . En ese momento, el psicoanálisis divulgado constituía un negocio Se sabía que el psicoanálisis, tal como lo presentaba la divulgación, vendía.Se había convertido en una moda de la que se debía participar para no quedar aisladøs de los intereses de la época. Esta característica del primer psicoanálisis-en-divulgación forma parte de la identidad social que contextuó la práctica psicoanalítica de consultorio, aún en ciernes.
De la divulgación
Los conceptos de una disciplina y las teorías de una ciencia pueden ser diseminados, pueden proliferar, multiplicarse y dividirse como una fuerza que avanza más allá de su perímetro ínicial, reproduciéndose en «una proliferación viva», según Derrida (1987). Formando parte de esa diseminación,la divulgación es una práctica insertada en las condiciones de producción, de reconocimiento y difusión de los discursos (Veron 1989); entre ambas instancias se generan inevitablemente reducciones y simplificaciones de polisemias, metáforas y metonimias. Para que una teoria circulante logre ser comprendida y reconocida debe reducir sus contenidos; recien entonces puede ser incorporada en los discursos de la cotidianidad.(Giberti 1989).Los discursos que la divulgación proponían conducían a modificaciones de sentido, es decir, hablaba de ?otra cosa? si se comparaba con los contenidos de la teoría original, con sus condiciones de producción. Al circular, el reduccionismo destituye la teoria madre para capturar lo que se evalúa como importante desde la perspectiva de la divulgación.
Es un proceso que pretende atrapar los contenidos propios de los modos diseminativos para llevarlos, mediante una transformación semántica de reducción, a un lenguaje o código más pobre en significaciones y por lo tanto más accesible a la mayoría.\"Implica un relación entre los contenidos culturales del emisor y del receptor compartiendo códigos, estereotipos, patrones y hasta posibilidad de insight guestáltico, de una misma pertenencia cultural (...).Su función es hacer comprensibles mensajes propios de una cultura\"culta\"de las ciencias, humanidades; trascodificar, reennviar un saber que a partir de ese momento histórico comienza a ser de necesaria utilización por las clases dominadas\"( Caprile 1984 ). La difusión apunta a una mayor cantidad de público y la divulgación a la calidad del mismo, buscando formar opinión pública tal como ocurrió con la inclusión del psicoanalisis en el saber popular(Giberti E. ) .Divulgatio quiere decir «propagación» y fue originalmente una palabra para uso eclesiástico. No en vano el catecismo es la primera vulgata destinada a los niños, divulgando los conocimientos de la teología. Se refiere a la gente antiguamente denominada «vulgo»; de allí su extensión a la idea de vulgarización
Cuando es necesario que la divulgación sobrepase la cantidad de público que puede asistir a una conferencia donde se cuenta con un contacto cara a cara con quien la dicta apelando a un nivel masivo hablamos de procesos difusivos. La difusión es un proceso de alocución que pretende el máximo de público y el máximo de comprensión que introduce, inyecta, reitera mensajes estereotipados al decir de Caprile. El modo divulgativo reenvía, hace comprensibles mensajes de la «cultura culta» al público corriente, y puede difundirse masivamente o no.
La divulgación funciona en la instancia auditiva-verbal, escrita, e icónica. El discurso pertenece al presente: lo que dice desaparece con la voz hablada. Lo semántico escrito, textual, tiene actualidad y un futuro distinto .Su eficacia quizá se libere más adelante, como lo plantea Eco en El nombre de la rosa.
La divulgación se enmaraña con los discursos del poder ya que no sólo crea campos de dominancia respecto de quien escucha,mira o lee sino que suscita efectos de fascinación; si bien éstos no pasivizan al público conviene tenerlos en cuenta para el analisis de la narcisización de quien divulga.
El horror a la divulgación
Divulgar se asocia con «mostrar lo que no se debe». ¿Qué sería aquello que no se debe mostrar? La teoría madre, la teoría-teoría; o sea, divulgar implicaría exhibir una escena primaria.Por ese motivo , a quien divulga también se lo suele colocar en la posición del traidor, como si abriera la puertas de un recinto en el cual se ha sellado un pacto de circularidad. ?Aún se lo puede considerar apóstata e interesado en profetizar? S. Moscovici(1979). En la década del 60 se divulgaron otros conocimientos pero la divulgación del psicoanálisis fue duramente criticada por sectores elitistas. El argumento mayor: la divulgación no transmitía exactamente los conceptos originales, lo cual es así. Esta era la idea previa a la década del 70, contrastante con el criterio de otros profesionales que estimaban dicha tarea. El reduccionismo al que hube de apelar en alguna oportunidad era una metáfora de otro saber , el de los psicoanalistas, al mismo tiempo que un apócope y una ficción audaz.
Quien divulga contenidos de la teoría se instala en un dispositivo de poder que sobrepasa o desborda el poder que podría jugarse en otros niveles de la práctica: si la teoría es poder-en-si , la divulgación es un poder-fuera-de-si y para-si, (el que se obtiene difundiendo la propia imagen en los medios,ya sea icónica, oral o escrita) .Transmitir-transferir ideas/conceptos mediante la divulgación es, en sí, investidor. El estilo divulgativo desborda los canones estéticos para interpelar en clave de deseo, es decir, solicita zafar de lo aprendido académicamente buscando un goce transgresor a través de significantes que legitimizan lo efímero. Esa concepción de lo efímero, sazonada con la idea de banalización es la que sostienen quienes rumian contínuamente contra el divulgar, desconociendo que en determinado lugar del psiquismo existe una escucha ante la cual se solicita, reclama, exige, demanda, sugiere, o se pide que la propia producción se convierta en circulante, en bien de uso. Lo cual conduce a las tesis respecto del divulgar.
Al comenzar la divulgación, el psicoanálisis emigró de su territorio oficializado para generar una territorialidad con características propias, Para lograrlo inventé una técnica uno de cuyos aportes residía en un discurso que conectaba al interlocutor (público o conductor de un programa de radio o de teve) con sus propios saberes no concientes, y que el estilo coloquial , escrito o verbalizado, proveía ; creaba una territorialidad adecuada a las normas que rigen las prácticas mediáticas, articuladas con algunos cánones psicoanalíticos. El psicoanálisis, tal como se caracerizaba en esa época, se parecÃ?a a un punto fijo, vértice de una disciplina verticalizada, considerada de ese modo por quienes eran reconocidos como sus representantes máximos y verdaderos. Sin embargo comenzóa evidenciarse que ese punto fijo podría transformarse y traducirse, volcando sus contenidos en redes plurales (periodismo escrito en su comienzo, tratamiento radial y televisivo posteriormente) y parecÃ?a convertir al punto fijo en un nudo desajustado en la red. Este tránsito indicaba que, en paralelo con la idea que no admitía la divulgación del psicoanálisis, se instalaba otra, complementaria y àdversa, puesta en acto no sólo mediante su práctica, sino avalada social y económicamente por el éxito.
El psicoanálisis-en-divulgación funcionó como un punto móvil, recreado por la gente. Cada cual propuso, desde su comprensión de lo que se divulgaba, el diseño de sus propios mapas interpretativos, ya fueran relativos a sus conflictos o a hechos de la cotidianeidad. Lo cual poco tenía que ver con la estricta reproducción de los contenidos de la teoría pero sí con la aparición de una nueva práctica que ponía en evidencia el dispositivo de poder que el psicoanálisis podía encarnar. Maestros, padres y madres de familia, periodistas, funcionarios comenzaron a hablar de Edipo, frustraciones, traumas y complejos (Giberti 1993)
Aporte teórico e información acerca del origen

Dice Max Weber que dentro del marco de la sociedad existen subuniversos, diferentes de «los que se oyen y se ven»; y que cada tanto surgen portadores, líderes encargados de expresar los contenidos y los valores escondidos en esos sub-niversos que representan los cambios demandados por la época.
Los portadores dramatizan la posibilidad de exponer las distintas corrientes de cambios que esa sociedad estaría gestando,y la comunidad sería la encargada de investir a determinadas personas como transmisoras de tales modificaciones que aún no han sido institucionalmente legitimadas ni siquiera concientizadas. Este proceso se relacionarse con la corriente de opinión iniciada en 1957 y que involucro a la comunidad en distintas instancias: ya fuese quienes adherían o aquellos que lo cuestionaron y se mantuvo hasta 1972- 1973. En ese momento los intereses de la poblaci6n se centraban en hechos sociopolíticos de otra índole, y los datos que sobre el psicoanálisis aportaba la divulgación dejaron de constituir una novedad. El movimiento social que se habia gestado alrededor de Escuela para Padres hasta esa fecha no es asimilable al éxito circunstancial de los divulgadores que, hacia la mitad de la década del setenta, ingresaron en los medios incorporando discursos de corte patriarcal. Psicoanalistas que no tuvieron problema alguno con la censura impuesta por el regimen militar. La vigencia de determinadas ideas psicoanáliticas pudo ser sostenida públicamente por estos profesionales en el marco del gobierno de facto. Dato que en la historia de las ideas, implica la selección de contenidos ideológicos antagónicos respecto de los que se habían promovido en la década anterior.
El comienzo de la divulgación antecede e interviene en la sensibilización favorable hacia el psicoanálisis
Las variables sociales e históricas nos hablan de un país donde «el peronismo había sido derrotado y donde la vieja- élite liberal, ahora en el poder, avalaba una cruzada dispuesta a sellar a cal y canto hasta las fuentes de la producci6n simbólica peronista»,como escribió Terán. La doctrina de la seguridad nacional amanecía en las fuerzas armadas mientras internacionalmente brotaban los movimientos tercermundistas, la Revolución Cubana, las comunas hippies, la revisión del modernismo. En 1968 murió el Che Guevara y su cara apareció multiplicada en afiches que, a fines de los sesenta, hablaban de los ideales de una juventud ilusionada y contestataria. Los Beatles aportaban una magnífica dimensión del arte musical, en tanto Sartre hacía lo suyo con el existencialismo y Picasso inauguraba una nueva época en sus telas. Africa comenzaba a hacerse escuchar con otras voces, y los curas obreros ensayaban discursos transgresores.
Las mujeres, que habíamos logrado el voto hacía poco tiempo incrementábamos nuestras tareas extradomésticas y utilizabamos métodos anticonceptivos. El llamado «enfrentarniento generacional» batía el parche de los medios de comunicación, y cotidianamente se convocaban mesas redondas sobre el tema. La cultura adolescente adquirió su propio status: y mostró su eficacia .Las variables gnoseológicas y axiológicas permitieron analizar la aparición y el reconocimiento de diferencias entre saberes, conocimientos y creencias, instalando otros modelos de racionalidad, cuestionadores de los existentes; lo cual era sintónico con las construcciones y descubrimientos freudianos que recién se conocían en ámbitos académicos. Esas ideas desembarcaban previa expurgación de los textos originales a cargo de Ana Freud.
La época entre nosotros
Las producciones de la divulgación adherían a las corrientes filosóficas que llegaban desde otras latitudes, incrementadas por los postulados de una izquierda aún romántica. El peronismo aparecia marginado de sus prácticas políticas; entonces, los discursos de la divulgación centrados en la revisión del autoritarismo encontró un caldo de cultivo favorable .Los artículos del diario La Razón-y otros publicados en distintas revistas- eran leídos por quienes transitaban distintos niveles socioeconómicos.Se dictaron cursos y conferencias en sectores populares.El mismo trabajo se llevó a cabo en escuelas e institucíones evaluadas como\"de clases altas que clasificaban esos discursos como?de avanzada europea?.
Cada grupo social asumía los contenidos de la divulgación según sus intereses socíopolíticos; se trataba de fenómenos de resignificación y polisemia que desbordaban el descubrimiento de un mundo psicológico fascinante. La época, signada por la tevé coadyuvaba en el registro de los notorios cambios en la descripción de «la familia?.La divulgación atribuía a la familia el máximo de responsabilidad respecto del futuro de los hijos y explicaba la dinámica de los conflictos aportando el descubrimiento de lo inconsciente como idea reguladora.Esta rudimentaria síntesis de variables sólo pretende sugerir un horizonte, referencia que enuncia las ideas previas y algunas en paralelo con las que se avanzó en la década del 70.
Freud divulgador

Si bien Freud no fue psicoanalista massmediático, se ocupó cuidadosamente de divulgar su obra. En la página 52 del Tomo XI de sus Obras Completas(1987)figuran, presentados por Stratchey, los dieciseis textos destinados a médicos y legos, es decir al público. Sin embargo, no es lo mismo divulgar la propia obra que las producciones de otros autores. Al respecto Freud pensaba de otro modo: el 12 de Noviembre de 1938 le escribía a MarÃ?a Bonaparte: ?Siempre estoy dispuesto a reconocer, además de tu diligencia infatigable, la modestia con que dedicas todas tus energías a la divulgación y vulgarización del psicoanálisis?(Giberti 1990).
La distinción entre divulgar y vulgarizar se anticipó a los posteriores aportes de las Ciencias de la Comunicación que envolverÃ?a a ambos conceptos dentro del rubro de las técnicas diseminativas.
Esta distinción que Freud planteó entre el psicoanálisis y la divulgación, marcando la diferencia que permite enhebrarlas, constituye una disyunción que no habría de ser la primera ni la única : también separó las vertientes históricas(arqueológicas) del psicoanálisis de las generalizaciones que se logran con los métodos de las ciencias naturales.
La inevitabilidad del reduccionismo y de la pérdida de matices propias de las técnicas de divulgación no resultaron inadvertidas para Freud. En 1925 Abraham recibió una carta de UFA FILMS, invitándolo a autorizar la filmación de Secretos del Alma, una película que intentaría poner en pantalla conceptos y técnicas del psicoanálisis. Freud titubeó y Abraham respondió con este argumento:?Si nosotros no lo hacemos, seguramente, otros psicoanalistas con menos formación se arrojarán ávidamente sobre la presa?.
Freud, a quien no se le escapaban los beneficios económicos que podrÃ?an resultar de la empresa, respondió: ?El espectacular proyecto no me agrada (...) a pesar de lo cual entiendo que sus argumentos son irrebatibles a primera vista (...) El asunto puede discutirse .? y añadía algunas objeciones :?Mi principal objeción sigue siendo que no considero posible representar plásticamente ?de manera respetable-nuestras abstracciones.?
El tema había sido abordado en sus estudios sobre los sueños, pero Freud colocaba bajo sospecha a la imagen cinemetográfica tal como él la conociera. No había surgido aún la tesis de Christian Metz acerca de la metáfora fílmica, que se comprende (mediante fundidos,yuxtaposiciones,encadenados, etc.) sin necesidad de palabras escritas..
Freud empezó a divulgar en la época en la que se gestaban nuevas concepciones acerca de lo público y la opinión pública, cuando se comenzaba a disponer de medios de comunicación ?de masa?, una época en la que surgían los human interesty, herederos de la literatura psicológica del siglo XVIII, que habían sido volcados en los periódicos mediante consejos acerca de salud y educación.(Habermas 1968).
Entre 1874 y 1886 se inició el período histórico en el cual se inició el estudio ?y se desarrollaron los ejes- de las que se denominarían ciencias de la memoria y de las nuevas formas de hablar del alma. Es el momento en el que la idea de trauma se desplazó desde la experiencia física hacia la herida en el alma (Hacking I. 1995).?Cuando las familias se separan, cuando los padres abusan de sus hijos, cuando el incesto aparece en los medios,etc. tenemos que enfrentarnos con defectos del alma.? (?)? El sufrimiento del alma(..) es pensado mediante un nuevo lenguaje y un nuevo conjunto de emociones.?
De tal modo sucedía con las ideas que Freud desarrollaba que exponÃ?an públicamente intimidades del consultorio y de las relaciones familiares, algunas consideradas como secretos de familia. Al convertirlas en digeribles para su público, evidenciaba las transformaciones por las que atravesaba la familia burguesa y paralelamente, dotaba al psicoanálisis de una perspectiva política . Dicha perspectiva se caracterizó por la creación de un espacio público para exponer temas que tradicionalmente no se reconocían como conflictivos, o bien si se los evaluaba como patológicos solamente se exponían en la intimidad de la consulta.
Pierce sostuvo que un pensamiento , en un momento dado , sólo tiene una existencia potencial que depende de lo que será más tarde, y en esta misma línea Hacking se refiere a las descripciones retroactivas, que al explicitarse se convierten en nuevas descripciones que son capaces de cambiar el pasado :?volvemos a escribir el pasado no porque hallamos nuevos datos, sino porque presentamos las acciones bajo nuevas descripciones?Este era un fenómeno de aparición reiterada en los grupos formados por padres- convocados en Escuela para Padres- quienes, al hablar de sus problemas con sus hijos reproducían verbalmente experiencias de su propia infancia, a las que les otorgaban nuevos sentidos.
Modificando el contexto, un fenómeno de la misma índole es el que se expone en este artículo al re-leer los antecedentes de los comienzos de la divulgación del psicoanalisis en nuestro país que constituye un hecho de ineludible conocimiento para comprender el posicionamiento de las ideas que surgieron en décadas posteriores
La tesis de Pierce permite pensar que a Freud le interesó divulgar su teoría. No pensó solamente en el psicoanálisis según las prácticas que los psicoanalistas estiman correctas.
¿Cómo continuó la historia?
Comencé escribiendo en el vespertino La Razón tres veces por semana; en esa época el diario editaba 500.000 ejemplares por tarde. Produje una nueva sección Escuela para Padres.El primer artículo: «¿Se aprende a ser padres?», mostraba que se «debía» aprender a educar a los hijos más allá de las pautas que el supuesto «instinto parental» pudiera sugerir. Para aprender, había que interpelar a la ciencia, en este caso el psicoanálisis que yo me ocuparía de codificar para que pudiera ser accesible. La sección se convirtió en un éxito: se hablaba de «Escuela para padres», a favor y en contra. ¿Qué fue lo que sucedió?
Una tesis permite suponer que las pautas tradicionales, heredadas de los cánones religiosos vinculados con el ejercicio irrestricto de la autoridad a cargo de padres y maestros, marcaban criterios rígidos respecto de la crianza de los hijos y escolares; sin embargo, podían registrarse tendencias a la secularización de las mismas y a la revisión de los criterios de autoridad inspirados en filosofías que llegaban desde los países centrales. La divulgación autorizaba la escucha de los nuevos discursos.Por otra parte, mi propia práctica en el Hospital de Niños me había mostrado que el diálogo con las madres podía modificar sus conductas para con los hijos al comprenderlos desde nuevas perspectivas, respetando miedos y deseos de la infancia en lugar de tratarlos como testarudos. Pensé que las dificultades podrían abordarse desde lo que llamé «orientación psicoanalítica.(Ver en NOTAS los detalles de la producción de contenidos y de los recorridos nacionales e internacionales ).
Los efectos: transformación de paradigmas

Los textos de divulgación se instituyeron en signos que daban cuenta del ajuste sociocultural que implicaban en relación con las pautas y normas familiares y escolares del momento. Dichas pautas, que parecían abroqueladas en la dimensión de lo inamovible y sacralizado, resultaban, por el contrario móviles e históricamente reguladas. Las pautas tradicionales que aparentaban ser armoniosas respecto de las necesidades de los hijos, y respecto del deber-ser en materia educación, quedaron jaqueadas mediante las críticas que provenían de la divulgación. Las familias acataban las indicaciones de los nuevos discursos y narraban los éxitos de sus experiencias .Admitieron que las pautas aprendidas no correspondían a un principio inmutable y saturado; era posible construírlas a partir de diferencias y oposiciones en relación con las tradicionales.
Se reconoció el conflicto como categoría de lo intrafamiliar, y se le adjudicó un potencial relevante. Fue conceptualizado en términos binarios oponiendo bueno y malo, sano-enfermo, probablemente como efecto de racionalizaciones destinadas a soportar el peso de las interpretaciones que el público utilizaba al repetir los ejemplos que se exponían en los aportes que se divulgaban.
El hecho no tenía que ver con la rigurosidad de la técnica o con la estricta transmisión de la teoría, pero sí con la aparicíon de una nueva práctica que evidenciaba el dispositivo de poder que el psicoanálisis podria llegar a encarnar. En materia autoridad se suscitaban reordenamientos dentro de las organizaciones familiares. Pero se arriesgaba la gestación, como sucedió, de la estereotipia del no frustrar a los hijos, cargando negativamente toda prohibición, toda pauta sancionadora. En innumerables familias el respeto por los chicos, al hegemonizarse, se deformó convirtindose en un laissez faire que aún se me adjudica.
La configuracion de los vinculos intrafamiliares siempre constituyó un dato político encubierto.En ese momento política en el sentido de adminstrar los conflictos y como orientadora, no solo acorde con el modelo tradicional sino admitiendo diversos modelos de convivencia y también como diligenciadora de consultas psicológicas. Lo cual no constituyó un compromiso totalizador de ?las familias de la Argentina? sino que el universo que adhirió a esta divulgación era la que ilustraba este modelo. Pero, el estilo up down utilizado en la divulgación reproducia,sin advertirlo, el autoritarismo de un supuesto saber
La anterior enunciación de los cambios discierne la interfase clave del cambio de paradigmas que caracterizó la década del 70 que incluyó la creación de grupos de orientación formados por padres y madres.
Una lectura actual del fenómeno
Actualmente hablaríamos de una transferencia de conocimientos mediante un programa, ( Lakatos(1993) extrapolando el concepto ya que éste se refería a programas de investigación) capaz de anticipar hechos nuevos y aportar la producción de alguna teoría auxiliar. Hablaríamos entonces de un programa progresivo. Seria pertinente ensayar una evaluación acerca de su poder heurístico original, al responder determinadas preguntas: ?¿Cuántos hechos produjeron y cuál fue su capacidad para explicar sus propias refutaciones en el curso de su crecimiento?? La cantidad, densidad y calidad de hechos producidos pueden consultarse en los textos citados en la bibliografía. Asi como las refutaciones forman parte de la autocrítica ya editada.
Se trató de un programa que se ocupó del campo psicoanalitico transferida a la comunidad, para lo cual utilizó los medios de comunicación, discriminando diversos proyectos, ya fuese el público su destinatario ( como genérico), o bien dirigido determinados sectores, maestros y profesionales. Cada proyecto destinado a transferir contenidos de la teoría psicoanalítica ).Y por otra parte aplicar dichos contenidos a la orientación de la crianza de los hijos (otros proyecto). Con un común denominador: desactivar y/o limitar los procedimientos autoritarios vigentes en las organizaciones familiares y en las escuelas.
¿De qué manera el ?discurso psicoanalitico? asumió ?o no-las otras manifestaciones del ?universo discursivo? de la época? La referencialidad discursiva ? localizada en el discurso psicoanalítico-¿qué significados políticos omitia mencionar?¿Por qué se asumió que el psicoanálisis constituía el único discurso válido para la orientación y la comprensión de los niños y de las niñas, sin que dicha aceptación involucrase una ilusión? No hubo tal ilusión dado que múltiples evidencias , en cuanto a las formas de comunicación intrafamiliar ,mostraban la eficacia de encarar las configuraciones vinculares de las organizaciones familiares según los nuevos paradigmas.
La interpretación del sentido y de la orientación del discurso de aquella época, permite registrar los estilos de pensamiento que se ejercían en aquel momento; y reconocer actuales formas de pensamiento que precisan mantener el registro de su dimension histórica, (apelando a la información acerca de lo que sucedió entonces) para consignar la que pretende instituírse como historia del psicoanálisis en la Argentina.
Los textos actuales que contienen datos al respecto omiten mencionar el fenómeno que corresponde al inicio de la divulgación del psicoanálisis entre nosotros (Balan C. 1991 ,Vezzetti H.1996 ). Omisión que deja sin respuesta la pregunta acerca de la demanda comunitaria que presionaba para que las prácticas psicoanaliticas se incorporaran en las escuelas y en los hospitales . También deja sin sustento el reconocimiento de los primeros jóvenes psicoanalistas que agradecían a la divulgación la posibilidad de contar con numerosos pacientes. Y elude admitir la existencia del soporte económico empresarial que durante una década publicitó sus productos en las pàginas de los periódicos que divulgaban o en los programas de teve.Y que promovió la venta de una colección de libros (tres volumenes) , Escuela para Padres, que alcanzó treinta ediciones. Omisión que transparenta la ausencia de rastreo de los hechos que la historia aporta, editados durante años en revistas técnicas y en Todo es Historia.(Ver Notas)
Dicha omisión cierra el camino hacia el debate de las ideas al seleccionar la presencia de psicoanalistas consagrados por la APA. Al excluír la existencia de la comunidad en sus textos desgajaron los contenidos políticos de la obra de Freud que no sólo fue un divulgador de su pensamiento , sino también agradeció su divulgación por terceros.
La omisión quizá intenta tornar invisible lo que existió, o bien se trata del desconocimiento de los hechos,( lo cual estimo poco probable), o bien al no existir un campo específico que se ocupase del desarrollo de las aplicaciones políticas del psicoanálisis y el imprescindible reconocimiento de la divulgación como herramienta princeps para explicitarlas, se ignoró voluntariamente la existencia de este movimiento comunitario en la década del 60. En la cual, una mujer ,psicóloga, ajena al área oficial del psicoanálisis, construyó, junto con la comunidad, un movimiento de opinión favorable a la inclusión de los aportes teóricos del psicoanálisis en la comprensión e interpretación de las viscitudes del psiquismo. Queda pendiente otra alternativa: que los autores de los textos citados considerasen que lo divulgado, o el divulgar ?no era psicoanálisis?. Si éste fuese un argumento sería posible extenderse en la enunciación de aquello que ?el psicoanálisis sea? Es evidente que ?el psicoanálisis que es? responde a lo que Cicerchia denominó ?imposición de un modelo único de pensamiento?, que según este autor constituye un camino que ? nos ha empobrecido de imaginación y embrutecido de maneras, a todos, sin excepción. Pero también que somos víctimas de un ethos encajado en la inmovilidad de un discurso meramente vanguardista, claro, sin el giro de Buñuel o de Breton.?(Cicerchia R. 2001).Afirmación que ilustra los riesgos de inmovilizarnos en lo que suponemos ?ya tenemos sabido? sin actualizar las argumentaciones en el ámbito del debate de ideas. Que es lo que se pretende al comparar aquellas que trascienden o claudican en las diversas épocas.
Convivimos con las nuevas magnitudes las Ciencias de la Comunicación acomodando el orden simbólico a las pautas del orden mediático y precisamos aplicar otras lógicas. Lo cual reclama de nosotros una modificación en los registros perceptuales además de la aceptación de una alteridad que no es la del analizando o paciente sino la del radioescucha,del televidente o del lector de un articulo periodístico.Es el reclamo de los productos de una cultura que no fué incorporada en los textos freudianos. Reproduzco un comentario de Cicerchia (2001) acerca de este ensayo preparado para ACTUALIDAD PSICOLOGICA: ?Bajo la coexistencia necesaria de diferencias e intercambios de teorías y sensibilidades,los deseos y necesidades deben organizar el marco del encuentro entre la sociedad y la cultura, aquí en la comunicación(en la divulgación).Entonces: la deuda. Reconocer que se participa de un campo social más amplio, y mejorar las capacidades de acoger y representar la vitalidad del universo de ideas y actos transformadores de todos los actores?.
Notas y BibliografÃ?a
(*)R.Cicerchia Doctor en Historia(Columbia University, New York).Magister en Ciencias Sociales(FLACSO).Investigador de carrera en CONICET. Consultor de UNICEF.Profesor de Historia Latinoamericana(UNBA.Ftad.Ciencias Sociales.Carrera Ciencias Politicas).Libros: Formas familiares,procesos historicos y cambio social en America latina(Quito 1997),. Historia de la Vida privada en la Argentina(BsAs-Troquel).Otro
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Los datos que proveen la totalidad de la información acerca del comienzo del psicoanálisis en nuestro país figuran en los trabajos citados en la Bibliografia y en la pagina Web:
http:// www.evagiberti.com



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