Poesias de Rafael Alberti

Rafael Alberti

Publicado el: 2001-11-09

    


 

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N.Y.


Aquí no baja el viento, se queda aquí en las torres, en las

largas alturas, que un día caerán abatidas, arrasadas de su

propia ufanía.

Desplómate, ciudad, de hombros terribles, cae desde ti

misma.

Qué balumba de ventanas cerradas, de cristales, de

plásticos, de vencidas, dobladas estructuras

Entonces entrará, podrá bajar el viento hasta el nivel del

fondo y desde entonces no existirá más arriba ni abajo..



Rafael Alberti, 1980 .



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El Angel Bueno.



Vino el que yo quería,
el que yo llamaba.

No aquel que barre cielos sin defensas,
luceros sin cabañas
lunas sin patria,
nieves.
Nieves de esas caidas de una mano,
un nombre
un sueño
una frente.

No aquel que a sus cabellos
ató la muerte.

El que yo quería.

Sin arañar los aires,
sin herir hojas ni mover cristales.

Aquel que a sus cabellos
ató el silencio.

Para, sin lastimarme,
cavar una ribera de luz dulce en mi pecho
y hacerme el alma navegable.
.


(De «Sobre los ángeles»).




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Estáis de Acuerdo.



Es más,
estáis de acuerdo con los asesinos,
con los jueces,
con los legajos turbios de los ministerios,
con esa bala que de pronto puede haceros morder el sabor de las piedras
o esas celdas oscuras de humedad y de oprobio
donde los cuerpos más útiles se refuerzan o mueren.
Estáis,
estáis de acuerdo,
aunque a veces algunos de vosotros pretendáis ignorarlo.
¿ Qué son esos silencios,
esas caras de tempestad oculta,
reprimida,
cuando el mantel se abre ante vosotros lo mismo que un insulto,
igual que una limosna que nos ata a vuestro pobre pensamiento,
a vuestra bolsa despreciable siempre pendiente en vuestros ojos?
Estáis,
estaís de acuerdo.
No pretendáis negarlo.
Es inútil.

Hay que huir,
que desprenderse de ese tronco podrido,
de esa raíz comida de gusanos
y rodar a distancia de vosotros para poder haceros frente
y exterminaros confundiéndonos con los que hicieron vuestras fábricas,
labraron vuestras tierras,
agonizaron en vuestros dominios.
Porque es cierto que estáis,
que estáis todos de acuerdo con la muerte.



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